El pasado 6 de noviembre nos dirigimos a los estudios de radio de la cadena COPE para entrevistar a Pepe Domingo Castaño. Resultó un tanto complicado contactar con Pepe, pero finalmente lo conseguimos gracias a las redes sociales. Y es que Twitter sirve para algo más que para contar lo que nos pasa cada cinco minutos. Gracias a esta red social conseguimos contactar con el programa en el que trabaja (“Tiempo de juego”) y nos facilitaron el contacto con Pepe Domingo. Fue entonces cuando nos pusimos en contacto con nuestro entrevistado. Quizá el pretexto más contundente para conseguir la entrevista fue que se trataba de un trabajo para la universidad y creíamos que él era el protagonista perfecto.
Con Pepe Domingo en la COPE tras finalizar la entrevista. Una vez estábamos en la cadena COPE nuestro entrevistado nos recibió y nos llevó a uno de los estudios para así poder realizar la entrevista. En el estudio no había sillas suficientes por lo que nos dirigimos al estudio en el que realizan el programa “Tiempo de juego”, pero iban a grabar. Total que al final acabamos en una especie de sala de espera que hay a la entrada, junto a la puerta del garaje y a las máquinas expendedoras. La verdad es que el lugar no era el más apropiado. De repente, mientras grabábamos con nuestras cámaras, el ruido de las monedas cayendo en las máquinas rompía el sonido completamente. Además, apareció Ramón García (sí, el que daba las campanadas con aquella famosa capa) y “soltó” un “hasta luego maestro” (refiriéndose a Pepe Domingo Castaño).Una vez allí nos acomodamos y comenzamos la entrevista. No disponíamos de demasiado tiempo, eran las siete de la tarde y en una hora comenzaba “Tiempo de juego”.Exceptuando lo nombrado en el párrafo anterior, la entrevista se desarrolló con normalidad. Se creó un buen clima y nuestro entrevistado se fue relajando conforme avanzaba la entrevista. Además no se le notó incómodo con ninguna de las preguntas y las contestó todas de manera extensa. La verdad es que se le notaba muy cómodo.Los temas tratados en la entrevista fueron variados, aunque todos relacionados con la comunicación de una u otra manera. Hubo varia respuestas en las que nos sentimos muy apoyadas, ya que manifestó su desacuerdo con las pocas oportunidades que se le dan a los jóvenes y nuevos comunicadores y su apoyo a los mismos. Quizá el momento más emotivo se produjo cuando le preguntamos sobre cuál había sido el acontecimiento más importante que había tenido que cubrir. Fue entonces cuando nos dejó ver un poco más allá, en sus emociones y sentimientos. Pepe nos contó lo agridulce que fue para él la victoria española en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica. Ese día era el último que pasó en la Cadena SER. Nos contó como vivió esos últimos momentos. Fue un momento muy emotivo.La entrevista duró una media hora. Fueron 30 minutos en los que hubo de todo: risas, momentos serios, momentos emotivos… Al finalizar la entrevista Pepe nos invitó a quedarnos como público en el programa, que comenzó poco después. Fue un gran lujo poder disfrutar del programa “Tiempo de juego” en directo junto con Pepe Domingo Castaño, Paco González y el resto de colaboradores y periodistas. En definitiva, fue una muy buena e inolvidable experiencia.
PERCAU MAGAZINE
Este blog ha sido creado por Desiré Poveda, Inés Azagra, Raquel Castellanos e Hildibel Duarte.
jueves, 13 de diciembre de 2012
CRÓNICA DE LA ENTREVISTA A PEPE DOMINGO CASTAÑO
ENTREVISTA A PEPE DOMINGO CASTAÑO
¿Que
le motivó a dedicarse a la comunicación y específicamente a la radio?
Pues me motivó… Yo creo que tenía vocación
para esto porque, cuando era pequeño, me decía mi madre que yo ponía la radio
en Padrón, en mi pueblo, cogía una cuchara e imitaba a los locutores de la
radio, haciendo publicidad además, lo cual me da la impresión de que me vino de
pequeñito. Yo siempre creí que valía para esto, y hasta que pude conseguirlo,
me costó bastante, pero una vez que lo conseguí, pues ya a muerte con ello.
¿Cómo
fueron sus inicios en la radio, el inicio de su carrera?
Pues mira, yo… En mi pueblo, en Padrón, hay
una gran afición a las carreras ciclistas, hay mucha gente que le gusta el
ciclismo, y se organizan muchas carreras. Entonces, en cada carrera, hay un coche
que va con unos altavoces anunciando la publicidad y diciendo cómo va la
carrera, y eso lo tenía que hacer alguien, y como en mi pueblo sabían que a mí
me gustaba esto de la radio y de hablar, y de hacer todas estas cosas de teatro
y todo, pues me dijeron si quería hacerlo yo, y lo hice yo, y así empecé
realmente. Ahí empecé, y me di cuenta de que valía para esto. Y luego un día,
viniendo de una fiesta, con unos amigos, oímos en una emisora de Santiago, que
está muy cerca de Padrón, que querían gente nueva para la radio, que buscaban
voces nuevas. Entonces mis amigos me dijeron “A ti que te gusta tanto la radio,
¿por qué no te presentas? Y yo dije “pues me voy a presentar”. Y efectivamente,
me presenté y gané. Y eso fue en el año 65, y hasta hoy. Ahí empecé realmente.
¿Cómo
fueron sus años en la televisión?
Bueno, la tele suena un poco consecuencia
siempre de la radio, ¿no? Haciendo radio, pues se consigue exaltarte, hacerte
conocer en los medios. Pues, sin querer, cuando llega un programa de televisión,
los nombres que barajan siempre son gente que ha hecho radio. Entonces, yo, un
día, fui a la televisión, pero sin que me llamase nadie, a ofrecerme. Dije “si
hay alguna cosa para mí, no duden en llamarme”. A través de un amigo que me
presentase a otro amigo, y le dije “ oiga, aquí tiene mi tarjeta, si algún día
necesitáis alguna voz, o algún presentador, pues me llamáis”. Yo, creyendo que
no me iban a llamar nunca, claro. Y mira por donde un día me llamaron, y además
cuando peor lo estaba pasando yo, o sea, estaba hecho una porquería, de verdad,
una piltrafa, anímicamente, me llega la llamada de televisión, que vaya a
televisión, que quieren hablar conmigo. Fui a hablar con ellos y era para poner
voz a un programa. Era la voz, nada más. Pero, cuando puse voz a ese programa,
el que hacía, el que dirigía, ese programa, dirigía un programa de libros en
televisión que se llamaba “Biblioteca joven”, y me dijo si a mí me interesaba
presentar un programa, presentar ese programa, porque el anterior presentador se
marchaba. Y yo “¿Cómo?¿Que voy a salir en pantalla y la van a ver en mi
pueblo?”. Y claro. Y ahí empecé, en un programa que se llamaba “Biblioteca
joven”, hace muchísimos años.
¿Qué
diferencias ve entre trabajar en la radio y trabajar en la televisión?
Enormes, enormes. La radio es personal,
íntima… No se puede cambiar por nada. En la radio, tú eres un poco el dueño de
lo que haces, porque todo depende de ti, tu palabra es la única que vale. En la
tele no, ya no vale nada de eso. En la tele dependes de una luz, dependes de un
maquillaje, dependes de un cámara que te puede sacar bien o mal… Dependes de un
montón de cosas. O sea, ya no mandas tú en tu palabra. En la radio, mandas tú,
y lo que tú haces. Eres plenamente responsable de lo que dices. En la tele, yo
creo que es menos. A mí la tele nunca me ha gustado, me ha gustado mucho más la
radio. Lo que pasa es que lo he hecho porque hay que hacerlo, pero si hubiera
tenido que elegir, hubiera elegido siempre la radio. Hay una diferencia
bastante abismal para mí. En la radio, soy yo. En la tele, no era yo.
¿Con
qué medio siente más cercanía con el público? ¿Cuál es más próximo a los
espectadores?
Hombre, la radio. La radio es que la radio,
en este momento es la vida, es el sonido de la vida. En cuanto se produce una
noticia, el medio que más rápido la emite es la radio. La radio es instantánea.
Se produce un accidente, alguna buena noticia, o mala, o lo que sea, e
instantáneamente la radio la da. La tele tiene que esperar a confirmarla,
primero tiene que mandar una cámara, primero tiene que decir que parece que
está ocurriendo. ¿Por qué? Porque la televisión es imagen, en la radio son
palabras solo. La radio le gana la batalla a la tele, pero en muchas cosas, en
casi todas.
¿Cree que la radio está lo suficientemente
valorada en relación con otros medios de comunicación?
Yo creo que sí. Bueno, se decía cuando llegó la tele, que moriría la radio, y yo creo que no ha muerto. No solo no ha muerto, sino creo que la televisión ha descubierto nuevos caminos a la radio. Ha revitalizado la radio, que se moría. La radio se moría por falta de ideas, como se está a punto de morir ahora, también por falta de ideas. De cuando en cuando, ocurre, cuando pasa mucho tiempo. Tú ves ahora mismo quién hace radio, por ejemplo, por las mañanas en las emisoras, dime los nombres (…). Son gente más o menos ya baqueteada, que lleva mucho tiempo. No hay movimiento en las carteleras de radio. ¿Por qué? Porque lo siguen haciendo, o lo seguimos haciendo, los mismos de siempre. Yo llevo toda la puñetera vida haciendo lo mismo. A mí me encantaría dejarlo ya, pero no me dejan dejarlo, porque no han encontrado a nadie que pueda hacer lo que hago yo. Pues tendrá que haber alguien que lo haga por ahí, que lo esté haciendo, que lo pueda hacer. Ese es el problema de la radio, que de cuando en cuando necesita cambiar todo y no se está haciendo. Cuando vino la tele, cambió todo. La radio recuperó mucho de lo que había perdido. Ahora quizá nos haga falta otra recuperación, volver a barrer todo lo viejo y empezar a poner cosas nuevas. Yo creo que le faltan ideas a la radio.
¿Cómo
cree que los medios de comunicación pueden influir en la sociedad?
Pues influyen, claro que influyen. Tenemos
una responsabilidad muy grande que yo creo que ni nosotros mismos somos
conscientes a veces de lo importantes que son nuestras palabras, de lo difícil
que es tener, en ese momento, un micrófono delante para poder comunicarle algo
a la gente. Tú estás comunicando algo a la gente o dando una opinión de algo, y
sin querer, estás intentando hacer proxenetismo, ¿no? Entonces, a veces no nos
damos cuenta de que tenemos una responsabilidad muy grande. Y a veces mentimos,
a veces tergiversamos una información y a veces damos (yo digo “damos” en el
sentido genérico, no es que la haya dado yo) pero dar, puedo decir,
informaciones que son tendenciosas, que se arriman al lado del que vive el
periodista. Yo creo que el periodismo, hoy día, está bastante peor que hace 20
años, por ejemplo. Ahora, los periodistas, tanto deportivos como políticos, por
ejemplo, son todos o de un partido o de un equipo, y antes eso no pasaba,
aunque pasaba, no se decía, y ahora se dice. Y no pasa nada. O sea, ¿qué
opinión te puede dar, te puede merecer un comentarista político que sabes que
es de derechas o que sabes que es de izquierdas? ¿En qué medida te puede
influenciar? Si está defendiendo su postura. O un comentarista deportivo que es
del Madrid o es del Barça. Lo lógico sería que fuese independiente. Eso sería
lo ideal, pero como no ocurre, pues a veces pienso que no nos hemos dado cuenta
de lo importante que es nuestra opinión a la hora de hablar en un micrófono o a
la hora de hablar frente a una cámara.
¿Para
usted cómo fue el cambio de la cadena SER a la cadena COPE?
Pues… Lo peor no fue el cambio. Lo peor fue
la sensación de que dejabas atrás toda
una vida. De pronto, sin que pase nada, porque a mí no me pasó nada con la
cadena SER, yo estaba bien con la cadena ser, y de pronto me vi obligado a irme,
pero no por ningún problema ni económico ni empresarial, sino porque a un amigo
le hacen una faena y yo, por solidarizarme con ese amigo, me voy con él.
Entonces, ese es el momento tremendo, ¿no? Y dices bueno, voy a abandonar casi
toda mi vida en la SER por una COPE que yo no sé lo que va a pasar allí, qué
vamos a hacer allí. Ese fue el momento más duro, tomar la decisión. Yo nunca lo
dudé. Yo en el momento que vi que a Paco lo echaban, yo tomé la decisión de
seguirle y, junto a mí, tomaron la decisión más de 50 personas, y supongo que
muchos oyentes. Entonces, nunca me he arrepentido de haberlo hecho. Y ya, me
ofrecieron el oro al moro, pero es que yo ya no podía seguir en una empresa que
había hundido a un compañero. Y entonces, lo difícil fue eso, dar el paso. Una vez
que das el paso, como te venías con toda la gente – yo miraba alrededor y veía
el primer programa que hicimos el 27 de agosto, yo miraba y veía a Armenteros,
veía a Paco, veía a Evia, veía a los técnicos. Claro, para mí era lo mismo. Era
un estudio más pequeñito, sin tanto bombo como el de la SER, un estudio más
humilde, pero el programa realmente era lo mismo. O sea que trauma, dificultad,
no hubo ninguna, solo el momento de tomar la decisión. Eso sí que fue duro y
complicado.
¿Qué
significa para usted el deporte?
El deporte… Bueno, es un medio para
expresar lo que yo quiero expresar, o sea, a mí me parece un medio maravilloso
para prestigiar, por ejemplo, algo que está bastante desprestigiado, que es la
publicidad. A mí siempre me pareció horrible que un presentador de radio
dijese, que lo siguen diciendo, contra mi voluntad, pero lo siguen diciendo: “Y
ahora, una pausa para la publicidad”. O sea, como si la publicidad fuese una mierda. “Mira ahora dejo de hablar yo, que soy el bueno, y viene una puta mierda que se llama publicidad. Y luego ya volveré yo cuando termine esta mierda”. Todo eso a mí me dolía mucho. Yo siempre he defendido la publicidad, y
creo que con la publicidad se puede hacer radio. Y el deporte te da la
oportunidad de hacerlo, porque por ejemplo, tú estás en un programa de la
mañana y no podrías hacer lo mismo, el tipo de publicidad que hago yo en
“Tiempo de juego”, no podrías hacerlo en el programa de Buruaga, porque son
entrevistas más largas, son períodos más largos… En cambio, en el deporte, como
cada momento hay un gol, un penalti o algún acontecimiento o alguna frase o
alguna jugada, te da oportunidad de meter un ritmo brutal a la radio e
involucrar la publicidad en cada cosa que va pasando. Ese, yo, creo que es el
único mérito que tengo yo, haber conseguido meter la publicidad ahí, no con
calzador, sino alegremente, para que no canse, que sea divertida, que lo haga
todo el mundo y que sea algo más que una pausa. Para que la gente la comparta.
¿Cree
que el periodismo deportivo español deja de lado otros deportes y le da más
bombo al fútbol?

¿Cree
que el periodismo deportivo en España se encuentra en deterioro con respecto a
años anteriores?
Sí, yo creo que sí. Yo respeto a todo el
mundo. Eh, cuidado, cada uno es muy dueño de hacer el periodismo que quiera. Yo
siempre he dicho que yo no soy periodista deportivo. Por eso yo sí puedo decir
de qué equipo soy, porque yo no opino de fútbol. Yo no hablo de fútbol. Yo no
hablo del Madrid, ni del Barça, ni de nadie. Puedo comentar alguna cosa, pero
no desde una cátedra, como hace la mayoría, que es una cátedra, periodismo
deportivo. Por eso yo digo que soy del Dépor, y a mucha honra, y no me
arrepiento de decirlo. Ahora, que un periodista que critica y ya entra en
terreno de crítica contra cualquier equipo, contra cualquier circunstancia que
se produzca en el fútbol, diga de qué equipo es, a mí no me parece bien. Hubo
un tiempo que me parecía bien, pero yo creo que ha sido perjudicial para la
objetividad del periodismo deportivo. Yo creo que lo ha perjudicado bastante,
porque encima, si eres de un equipo, cuando te hablan mal de él, aunque tú no
puedas decirlo, te cabreas más, y tus berrinches se trasladan a la antena o al
periódico. Por eso hay tanto periodismo agresivo últimamente. Muy visceral, muy
poco edificante y, para mí, un poco ecléptico. No me gusta cómo está el
periodismo deportivo.
¿Qué opina del movimiento 15-M?
A mí me parece perfecto. Yo creo que para
eso estamos en el mundo, para protestar y para rebelarnos. Yo, porque estaba en
la radio en esos momentos, si no yo hubiera ido también. No me gustaría que se
radicalizase. Yo, mientras sea un movimiento pacífico, de rebelión e incluso de
insumisión a determinadas directrices de los que mandan, me parece perfecto.
Yo, mientras no haya violencia ni se radicalice, me parece el mejor movimiento
que se pueda inventar para tratar de decir a estos miserables políticos que
tenemos que así no se llega a ninguna parte.
¿Cómo cree que afecta la crisis a los medio
de comunicación?
Pues mucho. Nosotros, afortunadamente… Yo
no sé. Yo, cada día que me levanto, doy gracias a quien sea porque no hemos
sentido la crisis. Nosotros estamos en un nivel publicitario igual que teníamos
en “Carrusel”, y yo creo que más. Tenemos también más horas, por eso se nota
menos la publicidad, claro. En Carrusel eran menos horas y era un poco
agobiante. Aquí, agobia menos porque hay más horas, pero estamos a un nivel
igual que en “Carrusel” e igual que al principio de cuando empezamos, o sea que
a los anunciantes hay que darles las gracias. ¿Hay crisis? Crisis hay para la
gente que busca trabajo. A mí me encantaría
ahora darle oportunidad cada año a tres periodistas deportivos nuevos
para que entrasen en el equipo, y se fuesen formando, por lo menos durante un
año, ¿no? Que bebiesen de las fuentes, de nuestra forma de trabajar y que esa
forma de trabajar la llevasen otras cadenas. Eso lo he propuesto, pero es
imposible, porque está el máster COPE también, hay gente que tiene que entrar…
Entonces, no hay oportunidades para la gente joven, y eso es lo que más me
duele. Que hay mucha gente por ahí que puede valer y que puede ser yo en el
futuro, y no les estamos dando la oportunidad que se merecen. Y eso es lo que
más me duele ahora mismo de la crisis, no cobrar menos, o ganar más o ganar
menos, no, que mucha gente que sé que vale, y que podría hacerlo muy bien, no
puede demostrarlo. Porque a ti ¿de qué te vale ser muy buena si no te dan la
oportunidad de decirlo? A mí me dieron la oportunidad, me costó, pero me la
dieron, entonces lo pude demostrar.
¿Qué opina sobre los becarios? ¿Cree que
están lo suficientemente valorados?
Yo creo que no. Yo, lo que decía antes.
Creo que le faltan muchas oportunidades a la gente. Y yo no sé cómo se puede
arreglar esto, no lo sé. Es que no sé si, cuando acabe la crisis, que acabará
algún día, va a haber oportunidad para que los becarios desarrollen sus
facultades. Nosotros tenemos unos becarios que algunos se han quedado con
nosotros, o sea, el que vale realmente, si aprovecha el período de becario para
demostrar lo que vale, ese tío tiene futuro. Ahora, si lo primero que pide un
becario es “cuándo voy a librar”, como ha ocurrido con algunos, yo le pongo una
cruz ya. Porque un tío que llega y el primer día “oye, ¿qué días voy a librar?”.
Digo “no, perdona, primero, trabaja, coño. Primero, demuéstranos que vales. Y una
vez que demuestres que vales, ya buscaremos a ver cuándo libras, hombre,
tranquilo”. O sea, lo primero que hay que hacer es demostrar lo que llevas
dentro. Y hay que darles la oportunidad. Nosotros, con los de Máster COPE,
tenemos becarios y otros que vienen y los tratamos fenomenalmente. Les metemos
directamente en el trabajo para que lo demuestren.
¿Qué consejo nos daría a los jóvenes que
queremos dedicarnos a esta profesión de comunicadores y periodistas?
Mira, voy a hablar por experiencia. A mí,
lo que me ha salvado siempre ha sido la vocación. O sea, ¿qué es la vocación?
Saber que vales para una cosa. Yo sabía que valía para la radio. Entonces, toda
mi vida, por muchas puertas que se cerrasen, yo sabía que algún día se tenían
que abrir. Por muchos trenes que pasasen sin parar, digo “¡algún día parará
alguno, coño!”. Porque yo sé que va a parar alguno. Y como pare uno, vamos, de
ese no me bajo yo… ni borracho. Entonces, yo siempre he tenido esa idea de que
la vocación es lo que te salva. Si tú quieres ser periodista deportivo,
periodista normal, de radio o de televisión, y te dan la mínima oportunidad
para demostrarlo, demuéstralo. A lo mejor no vales. Tú te darás cuenta de si
vales o no vales. Ahora, como valgas, y tú sepas que vales, tienes que
convencerte de que eres la mejor. Yo cuando fui a la prueba de Santiago, que
fue la primera que hice en mi vida de radio, yo sabía que iba a ganar. Es que
iba convencido de que iba a ganar, de que era el mejor. Y gané, sí. La
confianza, claro. Yo iba seguro de que iba a ganar. Vamos, a mí me dicen ese
día que no entro en la radio, y hubiera intentado entrar, hubiera seguido
intentando otra prueba. Hasta ganar. O sea, vocación, seguridad en ti mismo, es
muy importante. Seguir adelante siempre. Si tienes vocación, seguirás, si no
tienes vocación, cambiarás de profesión. Irás a otra más cómoda.
¿Qué siente cada vez que gana un premio?
Pues mira, me vienen muy bien, sobre todo
porque, en esta profesión, tienes que estar permanentemente reciclándote. Es
tan monótono todo, tan igual todo, los sábados, domingos, los martes, los
miércoles, los anuncios, los goles… Ya casi todo es muy repetitivo. Entonces,
un premio viene bien para pararte un momento y empezar a fabricar ilusión otra
vez. O sea, me acaban de dar un premio, bueno, voy a buscar el siguiente. Entonces, es como
revitalizar, como cambiar las cañerías por dentro y llenarlas de ilusión otra
vez. A mi para eso me sirven los premios.
¿Cree que ser reconocido es importante para
trabajar en este medio?
Hombre… Ahora sí. Ahora yo, en mi caso
personal, sí, porque ya soy conocido, pero cuando yo empecé pues no me conocía
nadie. Y bueno, si te dan la oportunidad, tienes que demostrarlo, tratar de
demostrarlo. Yo intenté demostrarlo. Yo tenía mucho orgullo y entonces, cuando
me fui de mi pueblo a Santiago, a Radio Galicia, y luego me vine a Madrid, mi
gran obsesión era volver a mi pueblo reconocido. Que dijesen “mira, este se fue
de aquí” y lo he conseguido.
Hemos oído y leído que usted se dedicó
mucho tiempo a la música, y queremos saber si lo sigue haciendo. Si sigue en el
mundo de la música.

¿Cuál ha sido el acontecimiento más
importante que ha tenido que cubrir?
Yo creo que para
mí lo más bonito fue el Mundial, pero, claro, no estuve allí, no pude estar. Me
hubiera encantado haber estado. Pero fue lo más agridulce de mi vida, porque el
Mundial coincidió exactamente, porque lo hizo Paco González en Telecinco, con
nuestro problema. Entonces yo estuve haciendo el Mundial, que no lo iba a hacer
porque estaba enfadado con la SER porque se portaron muy mal conmigo cuando
hablé de Paco y me cabreé, pero digo: “lo voy a hacer porque soy un
profesional, hay una publicidad contratada y la voy a sacar adelante”. Ahora me
arrepiento de haberlo hecho, porque no me sirvió para nada, al contrario.
Entonces para mí significaba que terminaba el Mundial y yo dejaba la SER. Yo lo
sabía. Entonces, el último día, cuando terminó el Mundial y terminé mi último
anuncio, yo sabía que ya no tenía nada más que hacer; cuando España estaba por
la calle celebrando y la SER era un bullicio, yo me fui a la planta novena en
la SER, salí a la terraza y estuve llorando como 10 minutos, porque estaba
dejando muchos años de mi vida en aquel Mundial. Entonces me fui a cenar, esa
noche nos emborrachamos todos, y al día siguiente me fui para Galicia. Pero es
un Mundial que recordaré siempre, o sea, no podré olvidarlo. Fue el
acontecimiento más definitorio y definitivo de mi vida seguramente.
¿Recuerda alguna anécdota a lo largo de su
carrera?
No tengo muchas
anécdotas. Siempre me preguntan y nunca puedo responder.
TIEMPO DE JUEGO Y MÁS
Tiempo de Juego es un programa radiofónico deportivo de la
Cadena COPE, dirigido por Paco González y presentado-animado por Pepe Domingo
Castaño. Es uno de los emblemas de la emisora.
Se emite los sábados (de 17:00 a 0:00 horas), domingos (de
15:30 a 23:30 horas) y entre semana (de 20 a 0 horas en caso de que haya
jornada deportiva en días laborables). Narra todos los partidos de la Liga
española de fútbol y de la Selección Española de Fútbol, así como otros
acontecimientos deportivos importantes (Mundial y Eurocopa de fútbol, Mundial y
Eurobasket, Juegos Olímpicos, Fórmula 1, finales de Grand Slam de Tenis, el All
Star, Liga ACB, etc.) y comentando las noticias deportivas más destacadas del
día. También retransmite los partidos de la UEFA Champions League, la final de
la Copa de la UEFA en la que participan equipos españoles, así como los
partidos de la Copa del Rey.
Actualmente, es el segundo programa en audiencia los fines
de semana. Su principal virtud reside en el tratamiento del deporte bajo el
prisma del humor, siendo una marca característica de su programa la integración
de la publicidad en el mismo, incentivando y creando cuñas de radio en las
cuales participan los oyentes y el propio equipo técnico con sonidos y cantos
entre otros.

SECCIONES
Primera hora de los sábados
Fernando Evangelio y Marcos López informan del fútbol
internacional.
Miguel Ángel Paniagua hace un repaso a la actualidad de la
NBA, música, cine y DVD de moda en Estados Unidos.
Juanma Castaño Dani Martínez y Victorio Duque ponen el toque
de humor con entrevistas y bromas.
Esta sección empieza a las 17:00 todos los sábados y termina
sobre las 18:00. Cuando termina la primera hora de los sábados, se cuelga en la
página de Tiempo de Juego para que los oyentes puedan escucharla de nuevo.
Consultorio de Pedro Martín
Los oyentes de Tiempo de Juego envían sus dudas a Pedro
Martín, que dirige el consultorio y que resuelve las dudas el domingo antes de
los partidos de las 17:00. Además de los correos electrónicos para Pedro
Martín, también están las cartas al director con diversos temas: críticas,
agradecimientos, saludos desde lejos...
Otras ligas, otros deportes
Los domingos sobre las 16:30, Fernando Evangelio comenta los
resultados de las ligas españolas en todos los deportes profesionales.
Jorge Hevia es el encargado de leer los mensajes de los
oyentes, siempre en clave de humor.
Especiales
Tiempo de Juego suele hacer programas especiales
coincidiendo con eventos de cierta importancia como pueden ser los All Star de
la NBA, o las Eurocopas, en las que el programa se traslada según el lugar en
el que se celebre.
Desde el año 2010 y a partir de la 1:30 se emite un programa
especial con motivo del partido del All Star. La narración en directo corre a
cargo de Dani Senabre, que está arropado en Madrid por Miguel Ángel Paniagua,
José Manuel Oliva y Xuancar. Participan en rol humorístico Paco González, Pepe
Domingo Castaño y Poli Rincón, a los que acompaña Tomás Guasch. Además, Gemma
Santos se desplaza hasta el Hard Rock Café de Madrid, lugar de reunión de la
colonia norteamericana. Antonio Ruiz está en la Fontana de Oro, Hugo Ballester
en el Sports Time de Valencia e itinerante por las calles de Sevilla
encontramos a Andrés Ocaña.
Resumen de la jornada
Sobre las 22:45 y con motivo de la finalización del último
partido del domingo, se realiza un resumen con lo más llamativo de la jornada.
Estos resúmenes se pueden volver a oír en la página de Tiempo de Juego.
PERIODISTAS, NARRADORES Y COLABORADORES
Paco González
Francisco González González (Madrid, 6 de octubre de 1966),
más conocido como Paco González, es un periodista español especializado en
deporte.
En septiembre de 1992, con 25 años, Paco González fue
nombrado director de Carrusel Deportivo, el programa decano en las
retransmisiones deportivas en España. El 12 de mayo de 2010, la Cadena SER
anunció que Paco González había sido suspendido de empleo y sueldo de forma
cautelar como director de Carrusel Deportivo. El 20 de mayo, Paco González
anunció su marcha de la SER a través de un grupo de apoyo en Facebook con más
de 100.000 miembros, terminando así 23 años de vinculación con esta emisora.10
El mismo día, Telecinco anunció que contrataba al periodista para ejercer como
comentarista del Mundial de Sudáfrica 2010 junto con J. J. Santos.
Desde agosto de 2010,
dirige y presenta el espacio deportivo Tiempo de Juego en la cadena radiofónica
COPE, y ejerce como comentarista en el programa El partido de las 12 de la
misma cadena.
Manolo Lama

En la Cadena SER fue redactor jefe de Deportes, emisora
donde editó y presentó la sección deportiva de Hora 25 y Ser Deportivos tanto
en su edición de mediodía como de tarde. También fue narrador y comentarista de
Carrusel Deportivo y colaboró en El larguero. El 4 de enero de 2011, Lama
comunicó la rescisión unilateral del contrato que le vinculaba a la Cadena SER
hasta finales de 2011. Seguidamente pasó a formar parte del equipo de deportes
de la COPE, donde desempeña las mismas funciones que en su anterior emisora.
Tomás Guasch
Tomás Guasch (Barcelona, 29 de marzo de 1953) es un
periodista español que ejerce como comentarista de los programas Tiempo de
juego y El partido de las 12 de la Cadena COPE, y colabora en el Diario Marca.
Desde 1981 hasta 1996 trabajó en la redacción de El Mundo
Deportivo, donde fue ascendiendo posiciones y llegó a ocupar el cargo de
redactor jefe de la sección de fútbol. Durante esos años también comienza a realizar
colaboraciones para la radio, en el programa El Penalty de Onda Cero (1991 a
1993), y más tarde en El Larguero y en Carrusel Deportivo de la Cadena SER como
comentarista.
En agosto de 2010 Guasch dejó la SER y con Paco González,
Pepe Domingo Castaño y otros colaboradores de Carrusel Deportivo, se marchó a
la Cadena COPE para formar parte de Tiempo de juego en la redacción de
Barcelona, junto a Manolo Oliveros y Quique Iglesias.
BIOGRAFÍA PEPE DOMINGO CASTAÑO
José Domingo Castaño Solar, más conocido como Pepe Domingo
Castaño, nació en Padrón (La Coruña) el 8 de octubre de 1942. Es un comunicador
de radio y televisión, cantante y escritor español.
Actualmente trabaja
como presentador y animador, realizando las cuñas publicitarias, del programa
Tiempo de Juego de la Cadena COPE.
Entre otros espacios, también ha dirigido El Gran Musical de
la Cadena SER y el programa de televisión 300 Millones, emitido por TVE.
En su haber cuenta con cuatro premios Ondas en
reconocimiento a su carrera periodística y su aportación al mundo de la
comunicación, y el «Premio Nacional a las Artes y las Ciencias aplicadas al
deporte» de 2011.
Castaño comenzó con 18 años su trayectoria profesional, al
ser contratado en 1964 en Radio Galicia, emisora de Santiago de Compostela
afiliada a la red de Cadena SER. Este puesto lo compaginó con un trabajo como
contable en una empresa de curtidos de Padrón. En diciembre de 1966,
abandonaría su ciudad para ganarse la vida en Madrid como artista.
En 1988 llegó a Carrusel Deportivo que presentó
primero con Antonio Martín Valbuena y durante 18 años con Paco González, donde
comentó la actualidad deportiva y cantó las cuñas publicitarias del programa.
En 2010 abandonó Carrusel Deportivo en desacuerdo con el despido de Paco
González, a quien acompañó cuando fue contratado por la Cadena COPE ese mismo
año.
Pepe Domingo Castaño ha ganado cuatro Premios Ondas, un Micrófono de Oro y una Antena de Oro. El 18 de octubre de 2012 recibió en Boiro (A Coruña) el Premio
Exxpopress Honorífico-2012 en reconocimiento a su larga, exitosa y ejemplar
trayectoria profesional, otorgado por el Club Exxpopress de Periodistas de
Galicia. En 2006 publicó Carrusel Deportivo: Diario de un
año, un libro que habla de los mejores momentos del programa deportivo, y dos
años después publicó su libro de poemas Debajo de la parra. El pasado 12 de diciembre Pepe Domingo, Paco González y Manolo Lama presentaron un nuevo libro. "El libro de Tiempo de juego" está lleno de anécdotas e historias.
miércoles, 12 de diciembre de 2012
VIOLENCIA EN EL DEPORTE
La violencia es una cualidad negativa que poseemos tanto los
seres humanos como los animales. Una cualidad que aunque a veces se encuentre
en un estado de letargo en nuestro interior, puede ser despertada incluso por
lo que puede parecer la mayor tontería o niñería.
En esta ocasión voy a tocar un tema bastante polémico, la
violencia dentro del mundo del deporte. Pongamos un claro ejemplo. Situémonos
en el año 2006, final del Mundial de Fútbol de Alemania, partido
Italia-Francia. El famoso exjugador francés Zinedine Zidane propina un singular
cabezazo en el abdomen al jugador italiano Materazzi. Como es lógico, Zidane
fue inmediatamente expulsado y se perdió los últimos minutos de su último
partido como jugador de fútbol profesional. Muchos son los que dicen que esta
acción fue producto de un “calentón” después de que el jugador italiano le
provocara. Pero, ¿es una justificación aceptable o no hay justificación ni excusas
posibles? ¿Zizou hizo lo correcto independientemente de las causas, si es que
las hay? ¿Era necesario que acabara su carrera como profesional del fútbol de
esta forma? Según con quien hablemos y a quien le preguntemos, las respuestas
serán unas u otras… Otro claro ejemplo es la patada en el pecho que recibió
Xabi Alonso en la final del Mundial de Sudáfrica este mismo año. Una patada que
el jugador español recibió, sin comerlo ni beberlo, del jugador holandés Nigel
De Jong. Pero lo más triste y/o
vergonzoso es que estos jugadores son los mismos ídolos que los niños imitan y
los que tienen que dar ejemplo. Por ello y por otras causas, podemos observar
este tipo de situaciones en partidos de colegiales. Y para más inri, en
ocasiones son los mismos entrenadores o los padres lo que alentan a los niños a
ser violentos en el juego o los que los incitan a, por ejemplo, insultar y
faltar al respeto al árbitro. No debemos olvidarnos de los árbitros, que suelen
ser los más perjudicados en este tipo de situaciones , ya que continuamente son
objeto de burla e insultos y , en muchas ocasiones son agredidos y han de ser
escoltados por el cuerpo de seguridad.
Pero la violencia en el deporte no solo se da en el fútbol,
sino que la podemos encontrar en cualquier otro deporte. Por ejemplo, en el
hockey sobre hielo es muy raro el partido en el que no se producen al menos una
o dos peleas. En este deporte los jugadores se pegan hasta que se cansan y los
árbitros no intervienen. De esta forma, al final todo puede acabar en una
verdadera batalla campal.
Asimismo, tampoco debemos olvidar que la violencia no es
solamente física, sino también verbal. Tanto futbolista , como árbitros, como
el cuerpo técnico son, con frecuencia, denigrados en injuriados tanto por parte
de otros deportistas, como por los forofos, e incluso por periodistas o medios
de comunicación. Cabe decir que esto últimos juegan un papel muy importante en
la sociedad.
Cuando hablemos de violencia en el deporte también
deberíamos incluir a los forofos y seguidores, como se ha mencionado
anteriormente, ya que entre ellos se produce el mayor índice de violencia
física y verbal.
En general, en los últimos años el deporte ha dejado de ser,
en cierto modo, una forma de ocio o diversión y ha pasado a ser una gran
competición en la que nadie sabe ni ganar ni perder y en la cual las personas somos
capaces de hacer lo que sea para hacernos con la victoria. Creo que todos,
tanto los amantes del deporte como los que no lo son, debemos pararnos a pensar
y preguntarnos a nosotros mismos varias cosas. Como, ¿es realmente necesario
que de produzcan este tipo de situaciones? ¿Este tipo de acciones son
justificables? ¿Qué hay de bueno en descargar toda nuestra rabia con insultos,
con violencia física, con hacer destrozos en las ciudades, con tirar piedras
contra los autobuses de los equipos…? ¿Está relacionada la violencia con la
educación? Por último, he de decir, desde mi humilde opinión, que la violencia
no lleva a buen puerto y que todo influye en la sociedad y la sociedad influye
en todo. Comencemos por educarnos a nosotros mismos y sigamos educando a las
generaciones venideras. Hagamos del deporte lo que es, diversión, compañerismo…
No perdamos los valeros y la esencia del deporte.
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